lunes, 10 de noviembre de 2008

Maus


Dado que esta es la primera entrada del blog sobre un cómic concreto, quería hablar de alguno que reflejara en la mayor medida posible lo que dije en el anterior post sobre la nueva ola de tebeos extraordinariamente narrados y dibujados y cuya temática puede ser tan seria como el más serio de los libros.
Para ello tenía varias opciones destacadas, pero me he acabado decantando por uno de los mayores clásicos modernos (y aunque esto pueda parecer contradictorio, ya es así) del cómic: Maus, de Art Spiegelman.

Maus cuenta la historia de Vladek Spiegelman (padre del autor), superviviente de los campos de concentración nazis y de otros muchos avatares durante la Segunda Guerra Mundial. El cómic narra las visicitudes de Vladek cuando su hijo, mucho tiempo después, le va haciendo entrevistas precisamente para dibujar el cómic que acabaría siendo Maus; a lo largo de estas entrevistas padre e hijo se conocerán mucho mejor el uno al otro, lo que dará lugar a sucesos que a su vez darán mucho que pensar sobre la forma de ser de Vladek, sus virtudes, sus defectos y hasta qué punto realmente sobrevivió a todo lo que vivió en su juventud.

El conocer todos los detalles sobre la supervivencia en el Holocausto de una sola persona tiene el efecto de dejar terriblemente patente la enorme cantidad de personas que van muriendo a cada paso que sin embargo va superando Vladek. La suya es la historia de un superviviente nato, que si logra sobrevivir es por una mezcla en las proporciones exáctas de suerte, posición social, ingenio y habilidades personales que nos deja muy claro que si a nosotros nos hubiera ocurrido lo mismo que a él, casi con total seguridad tampoco habríamos sobrevivido a alguno de esos pasos.

Maus tiene una particularidad, y es que sus personajes están representados a través de animales antropomorfos; pero no de cualquier manera: en el cómic, los judíos son ratones, mientras que los nazis son gatos... por otro lado, llamativamente el autor dibuja a los polacos como cerdos, posiblemente por las malas experiencias que tuvo Vladek con varios de ellos.

Es difícil seguir contando más sobre el cómic sin destripar nada que no deba, así que espero haberos dejado con la suficiente intriga como para que os lo compréis y que os guste tanto como a mí, que me apasiona en cada lectura que le doy.


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